Wednesday, April 13, 2005

Sunday Bloody Sunday

No se que fuerza extraña y misteriosa hizo que en la mañana del domingo me levantara particularmente temprano. Y bueno, digo temprano para mi. Eran las 9 y 30 y ya estaba desperazandome encima de la cama cual oso despertando de su hibernacion.

Mientras tomaba la tradicional ducha semanal de los domingos, el recuerdo de ti era persistente. Es mas podria decir que era físico. Sentía tu aroma muy cerca de mi y no podia hacer otra cosa que pensar en ti.

Ya en mi cuarto vestido con la típica indumentaria deportiva dominguera, buscaba un pretexto con el cual poder acercarme a tu casa. Saquie mis cajones y solo pude hallar una revista de rock y las letras del "These Days" de Bon Jovi. Cogi ambos y con ellos en la mano fui a tu encuentro.

Sabias que hay 82 pasos entre tu casa y la mia? So Far, So Close. Vi la puerta del primer piso aun cerrada, claro indicio que aun estarias en el segundo piso. Subi raudamente aquellas escaleras que aun hoy me hacen llorar y no tuve que pronunciar tu nombre. Dos niñas, hijas de algun inquilino supongo, jugaban debajo del tendedero. Soy ya un viejo conocido para ellas a pesar que ambas no deben pasar ni los cinco años de edad como maximo. Me pregunto que pensaran al verme, porque ellas nos han visto riendo, tomados de las manos, discutiendo en tu cuarto, abrazados en la oscuridad de la noche. Nos han visto bailando debajo de este mismo tendedero y bajo una enorme y dulce luna llena. Pero supongo que tambien te habran visto besando a tu enamorado, salir con el tomados de la mano. Espero que ellas puedan comprender lo que tu y yo no acabamos de entender.

Al preguntar por ti, la menor de ellas sale corriendo y un minuto despues sales tu con los ojitos chinitos como levantadita recien de la cama. Polo leusemico, buzo crema y sandalias.

- Aaaah, hola piraña. Me dijeron que eras Brandom.
- Lamento decepcionarte una vez mas. (la niña en cuestión, ahora lo se, le dijo "te busca tu enamorado". Lo que no dijo fue cual de los dos.
- No, no. Nada de eso... dime...
- Has estado llorando, verdad? (tus ojos hinchados jamas me han mentido)
- No, como crees.... no, nada de eso... solo tuve una pelea horrible con Vania.

( Vania: Mujer de Edwin, tio de mi adorado tormento, que para no romper la tradición familiar, es orgulloso padre de un robusto vástago a sus cortos 17 años. Por cierto, la madre tiene 16. Campana de profesión y pandillera de vocación) Nota del Autor.

- Que fue lo que paso? Te hizo algo?

(Continuara...)