Monday, March 28, 2005

Aqui en el Borde del Mar




· !Espera! ¿A donde vas? No corra por ahi niña, que es muy peligroso. !Ay, lokita mia! Esperame al menos, no? Se que hace mucho que no viene a ver al mar, pero, ¿es que tanto lo necesita?

· Necesito del mar porque me enseña. No sé si aprendo música o conciencia. No sé si es ola sola o ser profundo o sólo ronca voz o deslumbrante suposición de peces y navios. El hecho es que hasta cuando estoy dormida de algún modo magnético circulo en la universidad del oleaje. No son sólo las conchas trituradas como si algún planeta tembloroso participara en paulatina muerte, no, del fragmento reconstruyo el día, de una racha de sal la estalactita y de una cucharada el dios inmenso.

· !Oh no! ¿Ya vas a comenzar? Cortala con eso de las metaforas que no te entiendo nada. Madura, ¿quieres?

· El mar sin tiempo y sin espacio nos acaricia con sus olas comprensivas. Su soledad es tan inmensa que se confunde con sus aguas infinitas. Nadie lo habita, ni lo surca; nadie lo llama, ni lo escucha, ni lo mira. Vive desnudo como el alma, con su profunda inmensidad por compañía.

· Aun no puedo entenderte. Querias venir a ver al mar porque tenias que decirle muchas cosas y ahora te quedas callada. Solo sonries frente a él. Lamento decirlo pero pareces una tonta.

· Oye, hijo mío, el silencio. Es un silencio ondulado, un silencio, donde resbalan valles, olas y ecos y que inclina las frentes hacia el suelo.

· ¿Oir el silencio? Cuando te pones asi, realmente eres insoportable. Ni te entiendo, ni puedo, ni quiero. Solo quiero abrazarte y decirte que te quiero con toda el alma. ¿No es suficiente hacer eso? ¿O es que tu no me amas?

· Amo el amor de los marineros que besan y se van. Dejan una promesa y no vuelven nunca más. En cada puerto una mujer espera. Los marineros besan y se van. Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar

· Yo lo unico que se es que somos dos personas distintas. Sin nada en comun, tal vez. Ries cuando debes llorar, lloras cuando debes reir. Siento que ya no te conozco. Tal vez deberiamos hablar, ¿me entiendes? Hablar de nosotros.

· Que me aconseje el mar lo que tengo que hacer. Si matar, si querer.

· Bueno, creo que no tengo mas que decir. Es mejor que me vaya. Siento que estoy sobrando aqui. Quedate tu con tu amor de mar y que les vaya bien. ¿Yo? Yo me largo. Adios

· El mar es el cielo caído hecho agua. Es profundidad, soledad, nostalgia. Es medida suprema. Comparo lo que te amo con el mar y me doy cuenta de que él es ínfimo, mínima gota, fragmento diminuto. No puedo olvidarte porque tu no eres solo mar. Eres tierra que formó mis ojos.

· Entonces, realmente ¿me quieres?

· Quiero las cosas discretas, amables, sencillas. Las cosas que se juntan como las orillas. Lo mismo los labios, si quieren besar. No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, del agua no puede formarse la orilla.

· Hablas del mar y me besas. No sabes como quisiera entenderte. Lo que daria por saber que ideas recorren tu cabeza y cual es tu relacion con este bendito mar.

· El mar inunda nuestros ojos con la ternura temblorosa de sus aguas. Y nos contempla largamente con la dulzura elemental de su mirada. El poderoso sentimiento del mar sin fin tiene un momento forma humana. Y entre las aguas invasoras nuestra emoción es más profunda y más amarga. Para el dolor alternativo de las mareas nuestro ser es una playa. De nuestras venas son las olas que se suceden en las costas más lejanas. Algo más grande que nosotros está despierto en nuestra voz abandonada. Una pasión de carne y hueso tiembla en el pulso de las olas solitarias. Manos de viento nos golpean el corazón y nos oprimen la garganta. Sólo este mar que nos contempla sabe medir la soledad de nuestras lágrimas

· Sabes, tal vez lo que me falte es hacer contacto con el mar. Tal vez asi pueda entender de una buena vez, cual es la grandeza de la que me hablas constantemente. Afuera mis zapatos y remango mis jeans y me adentro al mar.

· Hay tantas cosas en el mar, por ejemplo ese verde pez bola con mandíbula y está la arena (tus brazos) el deshielo que hace que los ríos lleven risotadas y alaridos de espanto, las decepciones y las esperanzas de la gente

· Bueno, mar. Aqui estoy yo esta noche. Me adentro hacia ti. Te escucho bramar pero no te tengo miedo. ¿Quieres quitarme a mi chica, verdad mar? No podras, nunca lo haras. Ella es mia, solo mia. !!Entiendelo!!

· Tobillos hinchados besados por olas en médanos firmes de vientres redondos Abierta en la arena tu mano en mi mano la brisa acaricia perfumes de parto. Y cuando despierta el astro que clama que fuerza horizontes colores en sangre. Como el mar por viento agitado siento la sangre por mis venas; como un río acaudalado, así son, señores, mis penas.

· Vamos Mar, no te tengo miedo. Ni a ti ni a nadie. Siento que lo puedo todo hoy. Tal vez mañana podras vencerme, y tal vez pasado tambien lo haras, pero hoy mar, hoy no podras. ¿Sabes porque? Porque bebí una lágrima salada de sus ojos, con dolor, y en fondo de mi alma se unió a las que quedaban escondidas en mi corazón. !!Dios que estoy haciendo!!!, ¿ahora tambien soy yo un maldito poeta?

· El mar pregunta por nosotros en el lenguaje de sus olas más obscuras. (De tan sombrías, ni siquiera tienen la gracia luminosa de la espuma.) Profundos son sus ojos negros, pero su voz es todavía más profunda. Es necesario haber sufrido sin compasión para saber lo que murmura. Las olas vienen de muy lejos a descansar en nuestro ser, una por una. Vienen sin restos de naufragios y bajo cielos sin estrellas y sin luna. No vieron islas encantadas, ni blancas velas, ni gaviotas vagabundas. Desierto igual es imposible fuera del ser por quien suspiran y preguntan. Sobre las olas desoladas el firmamento está distante como nunca. Sólo este mar que nos invoca puede medir la soledad de nuestra angustia

· No quiero ser poeta, mar. No quiero ser un pobre y triste poeta. No, mar. No lo soy, ni lo sere. Solo quiero una cosa. La quiero a ella, no sabes mar, como la quiero. No tienes idea. Mis ojos vagabundos no han visto el mar... El cántico onduloso de su trémula curva no ha mecido mis sueños; ni oí de sus sirenas la erótica quejumbre; ni aturdió mi retina con el rutilante azogue que rueda por su dorso... sus resonantes trombas, sus silencios, yo nunca pude oír… sus cóleras ciclópeas, sus quejas o sus himnos. Tu agua helada parece causar un efecto catalizador en mi. Veo algunas cosas mas en claro a pesar de estar temblando de frio. Oye mar, tal vez no seas tan inutil como pense que lo eras. Pero ¿y ella? ¿Donde esta? Ya no la veo.

· Me he perdido muchas veces por el mar con el oído lleno de flores recién cortadas. Con la lengua llena de amor y de agonía muchas veces me he perdido por el mar, como me pierdo en el corazón de algunos niños. Ignorante del agua, voy buscando una muerte de luz que me consuma.

· !Ahi esta! Corro hacia ella y tomo su mano, mar. Ella tambien toma la mia. Parece que ahora si nos entendemos, mar. Tu has sido el complice, ¿verdad? No lo niegues. Voy a soplar y despeinar su cabello ensortijado besar en brisas la ternura de sus labios Desatar cadenas que le aten a la tierra para elevarle a volar soñando en un mañana.
Voy a llenarle el pecho con caricias acelerar el corazón que adentro guarda. En traviesas ráfagas levantarle la falda para grabar este canto en sus entrañas. Quiero sus manos abiertas hacia el cielo para que llenen mis brazos de saludos.
Acariciarle el escuchar con mis guitarras para habitar tu cuerpo con mi alma . Ahora no es ella quien me abraza y toma mi mano. Y al cantar una canción de verano, es ella quien baja la guardia y cede al momento dejándose llevar por mi aliento y mi melodía. Todo esto es tan extraño y tan mágico a la vez. Tal vez, el mar si este vivo después de todo...

· Mar... me quedo aquí a tu lado,
Siento en tu toque el ser descubierta,
Siento que hago algo errado,
mas nadie dijo que la otra vía era cierta...

El sol mordisquea mi piel
La arena ensucia mis dedos.
Detenida no soy mas que de papel
¿Qué me pasa...?
Bien, quien le pasa mis secretos!

!Quédate brisa! Sóplame mas el cuerpo...
Haz que el mundo me sienta
Pues envuelta en tu soplo,
está la mano que me protege y pinta.



· ¿Por qué he permitido que pase tanto tiempo antes de darme cuenta de esto? El trabajo, el maldito trabajo. Y la vida diaria. Esa vida normal que nos patea y sacude, que nos enrostra el látigo de la responsabilidad. Ha hecho mella en mi de tal manera que no reconozco al muchacho que solía ser. ¿Por qué, Mar, porque? Dime que no es tarde, aun, Mar. Dimelo. Por favor. No hay bienvenidas en sus puertos; ni en sus obscuros malecones despedidas. Tanto las playas que desea como las playas que abandona están vacías. Mudas están sus caracolas, y ya no alumbran sus estrellas submarinas. De los veleros que lo amaron apenas hay reminiscencias imprecisas. La tierra ignora nuestras dudas y el firmamento nuestras largas agonías. Sólo este mar que nos comprende puede medir la soledad de nuestras vidas

· Siempre el mar te eleva y te lleva a su cielo de espumas frías.

Siempre el mar hace el milagro de sacarte del espacio donde no está la luz de tu esencia opacada por tus iras, confinándote a ese lado oscuro de la luna, solitario y vacío

Barco de mar, zarpas en olas, sueñas la brisa, anhelan los soles.Hojas de marea, espuma olvidada, lejano el horizonte, caracolas sin voz. Nostalgia en el olor, viajero sin oleaje, firmamento sin faro, barco encallado.
Posted by Hello