Wednesday, April 13, 2005


Hoy he decidido recordarte como la musa que fuiste. Tal vez muchos lectores de este blog no sepan el motivo o la razon por la cual eres la inspiración central de estos mis enormes dias. Pensaran que soy un pobre sufrido de mierda, que llora su impotencia de no tenerte a mi lado y que no quiere avanzar con su vida y dejarte en el desvan de los recuerdos.

Y puede que tengan mucha razon. Pero tambien dejenme exponerles los motivos por los cuales mi comportamiento es de esta manera. No señores, no soy un lunático que se enamora por primera vez. Es mas, tal vez si les digo que ya no estoy enamorado es muy probable que terminen por no creerme. Pero es la verdad. Sinceramente lo que me pasa a mi puede ser mas cercano a la descripción de mi amigo Luchoh a.k.a. Peluchin quien sin mayor reparo dice que estoy “100% enchuchado”. Tipico comentario que reduce mi condicion de ser humano a un animal jadeante e instintivo que solo busca un par de buenas tetas en donde colgarse. No creo que este sea mi caso. Dejenme al menos intentar explicar el porque.

Octubre del año pasado...

Una unica timbrada en mi puerta me hace saber que eres tu. No se que hay en tu forma de tocar el timbre que siempre presiento y te veo detrás de mi puerta. Una de la mañana y todos en mi casa estan completamente dormidos. Ya para entonces eramos la comidilla del barrio, verdad? Mi vieja, empinchadisima porque nos habiamos tragado las presentaciones formales en casa, dicho sea de paso eras la primera niña del barrio al cual le abría las puertas de mi hogar, y de frente nos instalamos comodos los dos en mi habitación. Tus juveniles veinte abriles y tus formas carnosas despertaron los comentarios mas acidos que tuve que oir en mi casa durante mucho tiempo. Pero ciertamente, encerrados a veces por casi seis a nueve horas en mi cuarto, era muy facil que la mente aun mas liberal sospechase que cosas no muy santas se cometian dentro de estas cuatro paredes.

- Hola Kel, pense que ya no venias...
- No... queria verte, pero... tu vieja... tu sabes...
- Ya te dije que por eso no te preocupes, ven cuando quieras. Vamos al cuarto?
- Si, claro... quiero contarte algunas cosas...

Verte subir casi a puntillas y descalza por mi escalera es una de las cosas mas sensuales que he podido ver en toda mi vida. Pero aun me esperaba una sorpresa aun mas agradable. Mi habitación queda junto a la de mi viejita y ella tiene la costumbre de dejar sus ventanas abiertas para poder respirar mejor. Y aunque ella roncaba como un lirón, me enviaste primero por si es que despertaba de improviso. Al llegar a la puerta de mi habitación, te hice señas para que me siguieras. Y es cuando de pronto y sin previo aviso te arrodillaste y comenzaste a gatear precisamente como eso, como una gata. Solo en mis sueños mas desopilantes una mujer tan sexual (el termino sensual, te quedaria cortisimo) habia gateado hacia mi habitacion. Tus largos cabellos crespos caian sobre tu espalda semi desnuda, cubierta a penas por un pequeñisimo top, mientras que tus caderas y tu trasero se meneaban como una tormenta en pleno mar abierto. Al llegar a mis pies, atinaste a levantar tu carita de muñeca, ese rostro tan engañosamente santificable, como si fueras una infante de dos años que después de dar sus primeros pasos cae al suelo y ruega que sea levantada. Y si, te levante de aquel infamante piso y te conduje de la mano a mi habitación cerrando la puerta detrás de ti.

Prendi mi equipo de sonido y puse algo lento. Me parecio adecuado escucharte mientras oia el Yellow Ledbetter de Pearl Jam que tanta paz me traía en aquellos dias. Te subiste a mi cama con esa naturalidad que te permite adueñarte de los lugares a donde vas y me pediste mis manos. Te gustaba jugar con ellas verdad, sobar las yemas de tus dedos gastados de tanto lavar y refregar con mis amanerados dedos que jamas habian hecho trabajo manual alguno y por lo tanto eran tan suaves como manos de mujer. Se que siempre gustaste de eso, a pesar que jamas lo confesaste. Volviste a hablarme acerca de la insatisfacción que te provocaba la relación en la que te encontrabas, y seguias hablando mientras yo te tendia cual larga eres en la cama.. Me encantaba abrazarte una vez que estabas echada y dormir encima de tu plano estomago y besar tu encantador ombligo, mientras tu seguias diciéndome que te morias por vivir y por alguien que se volviese loco por ti.

Pronto después de secar algunas lagrimas traicioneras te quedabas perdidamente dormida. Y yo solo te comtemplaba por eternos minutos... a veces fueron hasta horas. No podia creer que una mujer niña tan bella como tu reposara en mi cama. Era algo mistico, algo fabuloso. Y cuando te levantabas me pedias una cosa. Un abrazo. Y me decias que encontrabas paz entre mis brazos, que te hallabas protegida y que sabias que nada te pasaria mientras estabas enredada en mis extremidades. Para terminar la velada siempre poniamos una balada y “te sacaba a bailar” y bailábamos diciéndonos las palabras mas dulces que dos amigos pudieran decirse.

- Quisiera poder parar el tiempo para bailar eternamente contigo, Kel
- Y yo quisiera sentirme siempre asi. Segura y protegida.
- Lo estas y lo estaras aun cuando no estes en mis brazos. Solo llamame o mejor, porque no terminas y...
- Tranquilo... ya? Tranquilo... todo vendra si tiene que venir... todo ocurrira si tiene que ocurrir asi. Solo quedate seguro de una cosa. Yo te quiero y siempre te voy a querer. Ok?
- Ok, bebe. Pero entiéndeme. Para mi esto no es real, es un sueño. Tal vez el mejor sueño que jamas he soñado. Bailar aquí contigo, en mi cuarto, oliendo tus cabellos, tomandote de la cintura, descansando mi cabeza en tu hombro y mi pecho encimando tus pechos. Es simplemente irreal...
- Aun me sigo preguntando... porque no me enamoro de ti? No he sentido a nadie que me quiera mas que tu.
- Y es difícil que alguien lo haga. Pero como dijiste, tiempo al tiempo y lo que vendra ha de venir.
- Te quiero
- Te amo

Me miras y sonries. Piensas talvez en un tiempo entre tu y yo. Nos imaginaste juntos tal vez, de la mano caminando por la orilla de una playa en Máncora. Haciendo locuras una tras otra, enfrentándome al mundo por ti, por tus cortos veinteaños, por tu voracidad frente a la vida. Todo eso en unos cuantos segundos y por eso sonries. Meneas la cabeza y solo dices

- Pero yo lo amo a el
- (lamentablemente) Lo se, lo se.



 Posted by Hello