Wednesday, November 23, 2005

Una Vez... Un Beso...



A veces los ímpetus de una juventud licenciosa no permiten ver el daño causado. Bien dicen que la mentira tiene el rostro de una bella mujer. No te ame, pero lo iba a hacer. No te quise, pero lo hubiese hecho. Pero es que eres tan joven que no resististe. Y fue en ese momento, en ese instante, en esa breve e impensada unión de bocas en que lo nuestro murió antes de haber nacido.

No te culpo, no me culpo ciertamente. Pero duele. No por lo que fue, ni lo por que sera, sino por lo que pudo haber sido y que no sera jamás. Te quedas ahora, tu y tu beso y tus lágrimas. Me voy yo, sin beso y sin lagrimas más con un pequeño agujero en el alma que al salir al exterior se transforma en una mueca mitad sonrisa y mitad suspiro.

Y aunque quisiera voltear una sola vez mas a verte, temo correr la misma suerte fatal de los condenados y convertirme en una inanimada estatua de sal o tal vez aun peor, regresar a tus brazos, secar las lagrimas de tus ojos diciendote que ya todo paso y que todo esta bien y que te perdono.

Mas sigo dando pasos lentos, uno tras otro mientras tu te quedas atras llorando (llorando?) mientras yo me alejo cada vez mas, sacudiendome a cada paso la nostalgia melancólica de tus recuerdos, de lo que compartimos, de lo que no te basto, de lo que no fue suficiente para ti y que no valio ni siquiera la fortaleza de resistir un beso ladrón.