Tuesday, August 16, 2005

Una tierna historia de Amistad

Hoy quiero recordar a una amiga muy querida. Donde estes (y si lees esto) entiende lo mucho que llegue a quererte y valorarte.

Rio de Janeiro... Agosto del 99

Hacia tres semanas que habia llegado a Rio para unas practicas pre-profesionales en un hotel de la ciudad. Para ser sincero, ni la diferencia idiomatica ni el hecho de estar solo en un pais lejano me afectaron tanto como la nostalgia por la comida peruana. Es cierto que lo que mas se extraña del Peru es la sazon. Y bueno, ya tenia tres semanas comiendo Feijao (frejol), frango assado (pollo frito) y pasta en la cafeteria de empleados del hotel. Es demasiado tiempo para un peruano sibarita como yo. Asi que pedi mi traslado al area de pasteleria del hotel y ahi daba rienda suelta a mis instintos golosos.

Pero como no solo de pan vive el hombre (literalmente hablando) al cabo de una semana el solo aroma de un pan recien horneado me producia arcadas. Menos mal que por un dato de un peruano que trabajaba en abastecimiento supe de un pequeño restaurante peruano en el centro de Rio.

Mmm... lo de pequeño era muy acertado para aquel local de 10 m2 con una unica mesa larga con capacidad para 20 comensales. En cuanto a lo de "restaurant"... bueno, la verdad, ese termino debia tomarse en sentido eufemistico. Cuando llegue la primera vez que fui, el lugar estaba abarrotado por peruanos y ecuatorianos, muchos de ellos obreros y gente de condicion humilde. Realmente estuve tentado a retirarme sin ingresar. Total, yo trabajaba en Ipanema y tal vez podia intentar sobrevivir unas semanas mas en base de Mc Burguers o Dominos Pizza o cualquier tipo de comida chatarra que abunda en la ciudad. Estaba a punto de dar media vuelta cuando:

- Hola, ¿Que te vas a servir? - la mesera me hablo con un perfecto español y encima con la musiquita peruana. Me senti en casa realmente.

- Mmm... No se... ¿Que hay?

- Arroz con pollo con papa a la huancaina, lomo saltado, aji de gallina, churrasco a lo pobre y seco con frejoles

- Nao, feijao, nao - dije instintivamente

- Nada de "feijao", dije frejoles. Son frejoles castilla que nos mandan de Peru.

- Mmm... de todas maneras, dame un arroz con pollo mejor.

- Ok, sientate. Cualquier cosita soy Celina... te lo traigo al toque

Me encanto que dijera "al toque". Cerre los ojos y repeti -"al toque"-

- Si, si. Ya voy - me contesto

Sonrei de buena gana al descubrir que mi "al toque" lo dije en voz alta y sin pensarlo. En menos de tres minutos Celina volvia a mi lugar en la mesa con un humeante plato de arroz con pollo (parte pecho, "especial para ti" como ella dijo)

Despues de un primer tenedorazo "de estudio" devore el dichoso platillo a la velocidad de la luz. Realmente parecia hecho en casa y al ver las caras cobrizas de obreros y el sonido repetitivo de "carajos", "pe", "chelas" y demas peruanismos me hacian sentir en una pollada en Barrios Altos. Me senti "de la casa". Esta demas decir que volvi repetidamente a aquel maravilloso "restaurant" a almorzar.

Y fueron las constantes visitas las que me permitieron tener mayor contacto con Celina. Tanto asi que un buen dia termine invitandola a salir. O creo que ella se ofrecio a ser mi guia por Rio. La verdad es que, en casi dos meses de mi llegada, aparte de aquel restaurant peruano, no conocia otro atractivo de la ciudad mas turistica de Brasil.

Luego de caminar por la orilla de la playa (Rio es casi pura orilla de playa) nos sentamos en un bar a tomarnos un par de caipiriñas (eramos turistas... osea manyas... jajaja) Al tercer vaso empezo a contarme su historia. Celina llego a Rio con su novio pero el se habia ido a España y luego supuestamente la iba a llevar con el pero ella se habia enterado que el noviecito vivia con alguien en Barcelona. Asi que no quiso volver a Lima con el rabo entre las piernas y como no le iba tan mal en Rio, pues decidio quedarse. Eso si, sin creerle nunca mas a otro hombre, ni dejarse estafar por bellas palabrejas y tontas canciones de amor.

La conversa se extendio por un par de horas mas. Las risas estallaron mas de una vez y algunas lagrimas corrieron por ambas mejillas producto de las caipiriñas y de la nostalgia.

- Y dime A. ¿Que es lo que mas extrañas de tu vida en Peru?

- Bueno, antes de conocer tu restaurant, definitivamente lo que mas extrañaba era la comida. Pero ahora... mmm... mejor, no... no, nada...

- Anda, dime... No seas niño... ¿hay confianza o no?

- Bueno... sinceramente lo que mas extraño es... es... bueno, el sexo, ok? Ya lo dije...

- Jajaja... ¿Hace cuanto que no lo haces?

- Mmm... facil tres meses, mas o menos...

- Bah... yo no lo hago hace mas de un año

- !!!¿un año?!!! No... no te creo...

- En serio, un año. La ultima vez que lo hice fue con mi novio, un dia antes que se fuera... Despues de eso... pues, no la volvi a ver...

- Wow, un año... no creo poder aguantar yo un año... oye... pero... osea supongo te daras tus gustitos, no... osea... tu me entiendes, no?

- Noup, mi ser ñiñia chiquita nou entendersh... habla claro pues....

- Osea... te autocomplaces pues... no?

- Ah... ¿si me masturbo? Dilo asi, papito que no es mala palabra... Pues sip... me masturbo periodicamente. Pero tampoco estoy dandole todos los dias tampoco pues...

- Ah ya... y... este ¿como, ah? ¿te metes el dedo?...

- Ja, ja... no, no me gusta introducir mis dedos... hay otras formas pues...

- ¿otras formas? ¿cuales?...

- Hmm... por ejemplo... te sientas en la punta de tu cama y pues... te das gusto...

- ¿en la punta de la cama? ... manya nunca lo habia pensado...

- Y hay otras formas... pero voy a dejar que tu imaginacion trabaje... mas bien ya se hizo de noche... mejor nos vamos yendo...

- Si, tienes razon.

Abordamos un taxi con destino al centro, de ahi continuariamos la ruta en bus. El camino hasta aquel lugar nos debia tomar unos 15 minutos pero tal vez fue la caipiriña o la conversa o simplemente las risas y lo bien que lo habiamos pasado o tal vez la soledad ahora compartida que me hizo abrazarla. Apoyo su cabeza entre mi hombro y mi pecho y los dos intercambiamos miradas. Comence a acercarme lentamente. Tome tu barbilla. Cerraste tus ojos...

El primero, el segundo y hasta el tercero fueron besos tiernos. Labios uniendose lentamente, boca semi abierta, ojos cerrados. Despues vino la tempestad luego de la calma. Lenguas avidaz de placer se entrelazaban hundiendose profundamente en nuestras bocas. Las manos cobraron cierta independencia y comenzaron a explorar su cuerpo. Cuello, pechos y caderas eran acariciadas vehementemente mientras ella sosteniame fuertemente del cabello y la espalda. De un momento a otro pasamos al descontrol, estabamos dandole una funcion al taxista que constantemente nos observaba por el espejo retrovisor. Esos 10 o 15 minutos pasaron volando para mi. Cuando el taxista nos aviso que nuestra parada era la siguiente estuve tentado a pagarle para que se baje del taxi y nos diera unos minutos mas.

Pero los que tuvimos que bajar fuimos nosotros. Caminamos en silencio sin saber que decir o hacer. Afortunadamente frente a nosotros habia un pub abierto asi que le pedi tomarnos la copa del estribo. Celina acepto recordandome que no podia llegar tarde a casa. Le prometi que no seria asi e ingresamos. El local era una especie de sotano , mezcla de disco de ambiente y cueva del rock. Buscamos el punto mas oculto del lugar y luego de pedir unas cervezas volvimos a lo nuestro, sin prestar la mas minima atencion al drag queen que hacia su show en esos momentos. Nosotros teniamos nuestro propio show y no dejariamos que nadie nos interrumpiera.

Los labios de Celina complementaban los mios de una forma casi perfecta. Eramos dos bomberos apagando el incendio de la soledad a punta de besos de fuego. Su lengua era tan sabia que tocaba los puntos exactos que me llevaban al paraiso. Vi que ella no tenia miedo del placer al igual que yo. Eramos en ese instante dos fieras desatadas y liberadas volviendo a la salvaje savana del gozo corporal. Latigazos de placer recorrian mi sistema.

- Oye -dijo ella- porque no vamos a un lugar "mas privado", tu sabes...

La verdad, me quede paralizado con la invitacion, no supe como reaccionar de primera intencion. Ademas queria algo "especial" para aquella primera vez, no un tipico mete-saca de quince minutos porque conociendome ese tiempo no me iba alcanzar ni para calentar motores.

- Ya son casi las dos de la mañana... la verdad, yo quiero hacerlo contigo... me atraes mucho pero quiero que sea algo especial, entiendes?... Llamame anticuado pero mejor dame unos dias para coordinarlo bien y pasar todo el dia juntos... ¿te parece?

- Cualquier otro en tu lugar me hubiera propuesto hacerlo en el parque o en un callejon con tal de satisfacerse... pero me gusta tu estilo... eres tierno y te preocupas por mi... !ok! ... te espero unos dias... pero lo haremos, no?

- De hecho, cuento con ello. Desde hoy dejare de tomar y fumar y comenzare a ejercitarme y a tomar maca para llegar super potente

- jajaja... si eres la mitad de bueno haciendolo de lo que eres besando me doy por satisfecha... oye son casi las dos... tienes razon... vamonos ya.

- Un momento... porque tanto apuro... aun no he acabado contigo - le dije mientras la tomaba en mis brazos y continue bebiendo el dulce nectar de sus labios por unos minutos mas.

Esta demas decir que en el taxi hacia su casa volvimos a hacer de las nuestras...

Y si. Despues de unos dias, nos encontramos en la puerta de un supermercado y con una caja de vino en la mano nos encerramos toda una tarde en nuestro propio paraiso.

Pero esa historia pertenece a otro post...

Y volvimos a hacerlo. Una y otra vez. Y cada vez la conocia mas, la queria mas, la respetaba mas. Adoraba dormir en sus brazos o al menos acurrucarme piel a piel entre sus pechos, abrazandola y sintiendo su calor. Sentia por ella un cariño real. Eramos amigos y siempre estuve ahi para escucharla y ella tambien estuvo para mi cuando la necesite.

A veces (como ahora) la recuerdo con nostalgia y la extraño. Nunca llevamos la relacion a un plano sentimental, porque creo que ninguno de los dos sentia algo mas que un profundo cariño amical por el otro. Supimos reconocer y valorar lo que teniamos. Fuimos sinceros el uno con el otro desde el principio. Basamos nuestra amistad en la sinceridad y alejamos la soledad uniendo fuerzas, uniendo cuerpos, uniendo jadeos y orgasmos.

Esa fue una cara de la amistad que tuve la dicha de conocer y que se ira conmigo a la tumba asi como el cariño a esa personita especial que me permitio mas que meterme entre sus sabanas, meterme en su vida.

Celina, donde quiera que estes, te quiero mucho AMIGA...